Datos socioeconómicos

Climatología

La altitud del pueblo es elevada, entre los 1.100 y 1.150 metros, lo que determina un clima frío, con temperaturas medias siempre por debajo de los 10 grados y una pluviosidad superior a los 1.100 mm. anuales.
Los inviernos son largos y muy fríos, los veranos cortos y frescos. La heladas están presentes buena parte del año.

Población

Felechas, como toda la comarca, como la mayor parte de la provincia, ha sufrido una continua sangría demográfica desde mediados de los años 60. La emigración llevó a buena parte de sus habitantes a León capital, Vizcaya, Madrid, Barcelona… En estos momentos la población de hecho se sitúa por debajo de los 70 habitantes, pero incluso algunos de ellos pasan parte del año, especialmente el invierno, fuera del pueblo. En cambio, la llegada del verano multiplica el número de residentes. Muchos de aquellos emigrantes y sus descendientes acuden año tras año a pasar el periodo vacacional a Felechas.

Paralelamente al descenso de la población se ha producido un acusado envejecimiento. La mayor parte de los vecinos supera los 70 años; casi no hay niños (3 ó 4 en estos momentos) y es escaso el número de jóvenes en edad de procrear, por lo que el proceso se agudizará en lo sucesivo.

Otro tanto ocurre si nos fijamos en las ocupaciones de los residentes. El porcentaje de población no activa es apabullante, pues la mayoría son jubilados; muchos de ellos lo fueron además a una edad temprana por haber trabajado en las explotaciones mineras de la zona. Por ello la población trabajadora se reduce a 7-8 personas. Eso sí, el paro es prácticamente inexistente.

Economía

Felechas fue tradicionalmente un pueblo ganadero. A mediados del siglo pasado, tal como figura en el Diccionario Madoz (1845-1850), sus vecinos se dedicaban fundamentalmente a la cría de ganado vacuno, ovino, caprino y caballar, aunque también producían trigo, centeno, cebada, lino, patatas, garbanzos y hortaliza.

A partir de esa época se produce un hecho fundamental que alterará la vida de toda la comarca: el inicio de las explotaciones mineras, primero en Sabero y luego en Veneros. La fecha clave podría situarse en 1892,con la fundación de la Empresa Hulleras de Sabero y Anexas,S.A, que durante un siglo será la columna vertebral de la economía de toda la zona.

El inicio de las explotaciones mineras supuso la introducción de una actividad nueva en la comarca, a la que poco a poco fueron incorporándose la mayor parte de los varones del pueblo. Con ello la actividad agrícola y ganadera pasó a un segundo plano, pues la minería aportaba la mayor parte de los ingresos. Cambiaba así de forma radical la vida del pueblo. A ello contribuyó además la llegada de numerosos inmigrantes que encontraban trabajo en las cercanas explotaciones de Sabero, Sotillos o Veneros y fijaban su residencia en Felechas o en otros pueblos de la zona.

Hacía la década de 1950 podríamos situar el momento de máximo apogeo en la historia del pueblo, intensamente poblado, con cerca de 100 familias (más de 300 personas) residiendo en él.

A partir de la década siguiente la tendencia se invierte. El cierre de las explotaciones mineras de Veneros, la progresiva reducción de las de Sotillos y Sabero, paralelos al éxodo rural que se vive en toda España, ocasionó la emigración de un gran número de las familias del pueblo.

Poco a poco la vida de Felechas decae hasta llegar a la triste situación actual. Hoy podríamos decir que es un pueblo de jubilados, donde la ganadería ha desaparecido y la agricultura se limita se las pequeñas huertas que los vecinos cultivan más por hobby que por rentabilidad, donde los pocas personas ocupadas realizan su actividad fuera de la localidad.

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