El calvo
Para jugar al calvo son indispensables tres elementos: el calvo, la tranca y la cepa.
· El calvo consiste en una rama con tres patas, preferentemente de roble.
· La cepa suele ser una suela o zapatilla vieja.
· La tranca es el palo que los jugadores arrojarán contra el calvo.
El juego se desarrolla de la siguiente forma: Se marca una línea de un extremo a otro de la calle, tras la cual se pondrán todos los jugadores menos uno, el cepero (para elegirse se recurría a cualquiera de las distintas fórmulas existentes para echar a suertes). La misión del cepero será pinar el calvo, sobre sus tres patas, dentro de un círculo o punto distante varios metros de la línea antes descrita.
El resto de los jugadores, por tuno, irán arrojando con fuerza la tranca tratando de derribar el calvo. Si fallan su tranca quedará en el lugar en que cayó hasta que algún jugador acierte a derribar el calvo. En ese momento los jugadores que habían fallado, cuyas trancas se encuentran desperdigadas por el suelo, salen corriendo a recuperar su tranca y volver a protegerse detrás de la línea. Mientras tanto el cepero tiene, en primer lugar, que volver a pinar el calvo en su lugar y, a continuación, «cepar», es decir, perseguir y dar con la cepa (podía arrojarla) a alguno de los jugadores que han ido a recuperar su tranca antes de que rebasen la línea de tirada. Si consigue golpear a alguno, éste pasará a ser cepero y el saliente se incorporará, con su tranca, a jugar con los demás compañeros.