La pita ciega
Cuando salía un huevo “güero” se les daba a los rapaces. Estos enterraban el huevo y con los ojos tapados y provistos de un palo golpeaban en el suelo intentando romper el huevo en un tiempo determinado.
Normalmente se formaban dos grupos. A uno de los miembros del primero se le tapaban los ojos, mientras que los del segundo enterraban el huevo en el suelo. Al jugador con los ojos vendados se le daban numerosas vueltas, tratando de desorientarle, y a continuación intentaba encontrar el huevo ayudado por las indicaciones de sus compañeros de equipo con los clásicos «frío» y «caliente». Si alcanzaba su objetivo se cambiaban los equipos.