La carretera C-626 que une Cistierna con Boñar, correspondiente al Eje Subcantábrico, de reciente construcción e inaugurada hace tres meses cuenta con bastantes deficiencias, baches y desprendimientos que ya han causado algún accidente menor y averías en muchos vehículos.
Curiosamente las obras de esta carretera tardaron en inaugurarse argumentando la Junta de Castilla y León que faltaban por realizar algunos remates.
Concretamente esta carretera cuenta con dos grandes badenes transversales, producto del hundimiento del firme, entre las localidades de Sotillos y Llama de Colle. Estos baches son bastante peligrosos, dado que están en una zona de unos dos kilómetros de longitud totalmente rectos.
A esto hay que unir la gran cantidad de zonas de desprendimientos que existen entre las localidades de Sabero y Olleros. Estos desprendimientos han motivado que con la llegada de las lluvias tanto la tierra como las piedras invadan la calzada, lo que la sorprendido a muchos conductores dado que este trayecto presenta una gran cantidad de curvas.
Los usuarios se han encontrado de repente con que la calzada estaba invadida por piedras y tierra en zonas sinuosas lo que ha causado muchos daños a vehículos, según señalan algunas de las compañías de seguros de la zona.
Además, las inundaciones se ha puesto de manifiesto en la zona de entrada y acceso al polígono de La Herrera, en Sahelices de Sabero, donde el agua ha llegado a cubrir con más de un metro el empalme de este acceso con la carretera del Eje Subcantábrico.
No obstante, uno de los mayores problemas con los que cuenta esta carretera es un desprendimiento situado en las proximidades del polígono industrial La Herrera, en el que la tierra está haciendo ceder a una escollera realizada con grandes piedras. Se puede observar como parte del monte se está viniendo abajo y varias toneladas de tierra se están desprendiendo. Esto, unido al temporal de lluvia y nieve que vive la comarca, puede convertir a esta zona de la carretera en un peligro importante para los vehículos.
También son muchos los lugares con desprendimientos donde se puede apreciar como los taludes van cediendo poco a poco.
Artículo Publicado en El Diario de León del día 27/02/2003